Hoy culmina el proceso iniciado hace ya un tiempo y que tuvo como máxima expresión el pasado día 15 de junio, fecha que constituye ya un hito para Valumar, para el Anáhuac y, por extensión, para toda la micronacionalidad hispana.
En ese día histórico S.M. el Emperador D. Agustín I y yo mismo firmamos la integración del Principado de Valumar en el Imperio de la América Mexicana, haciendo que, por primera vez en la historia intermicronacional, una micronación europea y otra americana unieran sus fuerzas para dar lugar a una micronación más sólida, solvente y capaz de afrontar los nuevos y continuos retos que se le presentan al micronacionalismo.
Esta unión, que no constituye en absoluto la desaparición de Valumar, permite al Principado participar de un gran proyecto novedoso e ilusionante junto a los grandes amigos y ahora hermanos de Gran Ducado y Azur y, a la vez, conservar su autonomía, su identidad y su cultura propia.
El Anáhuac es una casa común, un proyecto moderno e integrador caracterizado por su continuo y extraordinario trabajo en beneficio de la micronacionalidad hispana. Su acción no se limita localmente al territorio americano, sino que su visión es global, permitiendo la perfecta adecuación de micronaciones de otros continentes, como es el caso de Valumar.
La coronación en el día de hoy de S.M. el Emperador D. Agustín I como Príncipe Soberano de Valumar simboliza el nacimiento del nuevo Imperio de la América Mexicana, Federación de Reinos que constituye ya todo un referente en el panorama intermicronacional, abierto al diálogo, al entendimiento y a la colaboración, elementos todos ellos que deben regir las relaciones intermicronacionales.
Hoy nace también un nuevo Valumar, micronación que, como Reino Federado del Imperio, seguirá presente en el día a día micronacional, construyendo junto al resto de micronaciones el micronacionalismo del futuro.
Si algunos micronacionalistas querían ver un adiós de Valumar siento decepcionarles. Quizás no tienen la capacidad para dirigir la mirada más allá de su reducido ámbito de actuación y poder ver de ese modo las oportunidades que se presentan en estructuras superiores: "renunciar a poco para obtener mucho".
Viva el Principado de Valumar y larga vida al Imperio de la América Mexicana.