domingo, 31 de agosto de 2014

Discurso del Príncipe Luis I en el Día de la Solidaridad


Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Solidaridad, S.A.S. Luis I ha recibido esta mañana en el Palacio Real de Terraval a los responsables de las principales ONG, fundaciones benéficas y entidades sociales de Valumar, con quienes ha mantenido un encuentro de carácter oficial.
En este encuentro, al que también han asistido la Princesa María, el Ministro de Relaciones Intermicronacionales y la Ministra de Salud Pública y Servicios Sociales, el Príncipe Luis ha transmitido a la representación de las organizaciones de carácter social del Principado su agradecimiento personal y en nombre de la Casa Real y del Gobierno Nacional por su encomiable y continuo trabajo en favor de la sociedad, pronunciando un discurso reproducido a continuación:
"Como cada 31 de agosto celebramos el Día Internacional de la Solidaridad, con el que desde Valumar queremos contribuir a promover y fortalecer los ideales de solidaridad como valores fundamentales para las relaciones entre las naciones, los pueblos y las personas.
En la Declaración del Milenio de la ONU del año 2000 se reconoció que la solidaridad era uno de los valores esenciales para las relaciones internacionales en el siglo XXI, señalando también que los problemas mundiales deben abordarse de manera que los costes y las cargas se distribuyan con justicia, conforme a los principios fundamentales de la equidad y la justicia social y que los que sufren o menos se benefician merecen la ayuda de los más beneficiados.
La solidadridad no sólo es un requisito de carácter moral, sino también una condición previa para la eficacia de las políticas de los países y los pueblos, constituyendo una de las garantías de la paz mundial.
En el periodo que vivimos de grandes diferencias entre ricos y pobres, debemos tener muy claro que el verdadero progreso no se logrará sin la cooperación entre todas las naciones para acabar con la pobreza y sin la solidaridad con los desposeídos.
Debemos asumir la responsabilidad ante los que no pueden obtener los recursos suficientes para el desarrollo y cuyos derechos humanos y dignidad no se respetan. Todos ellos son nuestra preocupación común".